Solidaridad total con Paul Watson

Es una verdad inapelable que en un mundo tan corroído por el egoísmo antropocéntrico, cariado por la avaricia, y en el que la indolencia por el devastación de la Naturaleza se ha erigido en ley, se considera criminal entregarse a la sensibilidad y el heroísmo auténtico. Este situación hace que una aventura como la de Paul Watson sea aún más digna de ovación. A despecho de ser signado con el infame rótulo de ecoterrorista, este ambientalista canadiense optó valerosamente por desligarse de las ataduras burocráticas que doblegan a las organizaciones medioambientales en favor de la acción directa, emprendiendo a bordo de su Sea Shepherd la titánica misión de combatir la depredación de diferentes especies marinas ocasionada por la insensatez cultural y codicia humanas. Una labor tan noble como ingratamente pagada por la ausencia de interés de la gran mass media y el servilismo de los gobiernos al lucro.

El embeleco de las drogas

Honestamente éste es un tema al que le he sacado el cuerpo por mucho tiempo, y no porque lo considere un tabú, sino más bien porque las bases argumentativas de las que dispongo para abordarlo no son tan amplias como desearía, lo que me impide sentar de momento una posición; aunque debo reconocer que si hay ciertas consideraciones morales que entraña y a las que poco he querido verme expuesto. De cualquier forma, el de la despenalización de las drogas es un asunto que nunca ha pasado desapercibido para la opinión pública, mucho menos sin levantar nebulosas polvaredas. De manera que, pese a estas limitaciones conceptuales y aprensiones, me aventuraré a opinar sobre esta cuestión.

39 años de ignominia

Ya hacen 39 años desde que una de la más insidiosas conjuras contra la democracia tomara por asalto la institucionalidad chilena. Los archivos blanquinegros de la memoria histórica recogen el horror de aquel luctuoso 11 de septiembre de 1973 en que una feroz tempestad de misiles y metralla reducía el Palacio de la Moneda a escombros y cenizas, cobrando la vida del presidente electo Salvador Allende; preámbulo de la monstruosa brutalidad que en los años venideros ahogaría en sangre al país austral. Se daba así apertura con la diligente colaboración de las fuerzas cipayas al servicio de Estados Unidos, encabezadas por el general Augusto Pinochet, al principal teatro de operaciones de la contención del comunismo en América Latina, o describiéndolo de una manera realista, la cacería de brujas ideológica más trágica de la historia de nuestro continente.

Premio Forrest Gump

Con humildad y gratitud recibo el premio Forest Gump que me otorga el bloguero Espartacus. Recomiendo visitar su estupendo blog Revolución que trata con mucha profundidad temas de política, historia, cine, ecología, y muchos más.

Las reglas del premio son las siguientes:

La magufa educación prohibida

Pocos son los vídeos virales de las redes sociales que actualmente llegan despertarme algún interés, no tanto por falta de tiempo como porque en la mayoría de los casos suelen fomentar más de las discusiones superfluas y los alarmismos banales que seducen a los jóvenes de hoy. Sólo las innumerables e insistentes recomendaciones han logrado que en esta ocasión me detuviera a mirar "La Educación Prohibida", un largometraje que por estos días deambula por la web 2.0. con gran acogida. Después de ver todo ese exaltado alborozo y escuchar tan favorables referencias uno termina formándose ciertas expectativas acerca de sus contenidos, de que en efecto podía tratarse de una genuina propuesta revolucionaria que propendiera a la tan ansiada transformación de la educación. Nada más lejano a la realidad.